La cirugía robótica para tratar el cáncer de próstata
En las últimas décadas, los procedimientos quirúrgicos se han vuelto más fáciles gracias a los avances en la tecnología. Esto ha dado como resultado tiempos de recuperación más breves, menos complicaciones y estadía más reducida en el hospital.
Un ejemplo es la cirugía de próstata laparoscópica y robótica realizada por el departamento de urología y riñones de Cleveland Clinic Florida. Este tipo de cirugía tiene como objetivo tratar a los pacientes con cáncer de próstata mediante el uso de dispositivos tecnológicos.
En la cirugía abierta de próstata, este órgano se elimina mediante una incisión de tamaño más grande en la parte inferior del abdómen, mientras que en la cirugía laparoscópica las incisiones se hacen con agujeros que se utilizan para insertar un instrumento visualizador iluminado (laparoscopio) en la región pélvica. Esto le permite al médico exáminar y extirpar la próstata sin tener que realizar una incisión abdominal de tamaño mayor.
Estos procedimientos se realizan a través de pequeñas incisiones que no cortan los músculos. La prostatectomía laparoscópica y robótica ofrece a los cirujanos una mejor visualización del área, lo que permite extraer la próstata con precisión. Los pacientes también experimentan una pérdida de sangre considerablemente menor. A diferencia de la cirugía abierta tradicional, la cirugía laparoscópica y robótica solo requiere de cuatro a cinco pequeñas incisiones. A través de estas incisiones y valiéndose de un potente endoscopio de alta precisión (una cámara minúscula) e instrumentos quirúrgicos especializados, el cirujano extirpa la próstata.
Ambas técnicas son mínimamente invasivas para realizar una prostatectomía radical contra el cáncer. En la prostatectomía laparoscópica, el cirujano se coloca junto a la mesa de operaciones y manipula los instrumentos él mismo, mientras que en la prostatectomía robótica, el experto está sentado cerca del paciente al lado de una consola robótica, desde donde controla los instrumentos robóticos para realizar la operación. El robot reproduce con precisión las complejas maniobras que realiza el cirujano.
“Los beneficios son similares entre la cirugía de próstata robótica y la laparoscópica. Los pacientes generalmente pueden irse a casa el día después de la cirugía de próstata”, explica el doctor Nicolas Muruve, urólogo del centro. “Los pacientes que se someten a cirugía de próstata robótica y laparoscópica generalmente experimentan menos dolor y molestias postoperatorias y tienen una recuperación más rápida. También experimentan hemorragia intraoperatoria considerablemente menor”.
Los avances en investigación y tecnología han contribuido a las altas tasas de curación relacionadas con la prostatectomía radical y la radioterapia para el cáncer de próstata. El grado de función sexual después de la prostatectomía radical está determinado por muchos factores, como la edad del hombre y la actividad sexual que tenía antes del procedimiento.
Todo por la salud
Cleveland Clinic fue el primer hospital de Estados Unidos en realizar regularmente cirugías de próstata laparoscópicas y entre los primeros en realizar prostatectomía radical robótica. Con el sistema quirúrgico robótico más avanzado, aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), las cirugías laparoscópicas y robóticas permiten a los cirujanos realizar este procedimiento complejo de una manera mínimamente invasiva, con más precisión y ofreciendo así mejores resultados a los pacientes.
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